5 de abril de 2012

INMORTALES


Un gélido viento me abrazo
estremeciendo mi carne y
turbándo mi espiritu.

Por unos instántes me asome
a las horas pasadas evócando
años inolvidables.

Tu claridad diáfana me
reconforta tu candorosa silueta
con misterio absoluto,
inesperadamente me visita en
efimeros sueños, de esos de
madrugada.

Aún vibran en mi mente las
inflexiónes de tu voz,
Aún se llena mi ser de meláncolia,
con harapos de fántasia te
busco en el reflejo de una
estrella perdida.

El galardon de mis dias tristes
es tu inmortal sonrisa, grabada
en mi mortal memoria.

Para muchos estas entre los muertos,
para muchos tu morada es el campo
santo pero de mi, nunca te has
alejado.

Tu esfínge llevo entre mis manos,
como diamante brillas cada dia en
mi mente.

Tu nombre con los presurosos años
del epítafio será borrado y te
volverás innombrado.

Perdoname si con mi llánto te he
llamado si con mi tristeza te he
resucitado, sé que con evocarte
cada dia te he inmortalizado.